Todos los Seres Vivos realizan distintas actividades que se repiten a lo largo de su Ciclo de Vida, siendo estas acciones pasibles de ser clasificadas en forma general mediante el grupo de Actos Voluntarios como aquellos que son condicionados por motilidad propia, como necesidad de saciar un Impulso o Pulsión que puede ser generado tanto por factores internos como externos, y por otro lado los Actos Involuntarios, de los cuales no tiene control sino que funcionan automáticamente.
Estos últimos, para poder entenderlos mejor, debemos pensar que provienen de Actos Reflejos como también de Respuestas Biológicas que se realizan intermitentemente, teniendo los ejemplos del Sistema Cardiovascular o bien el Aparato Respiratorio que funcionan para que podamos sobrevivir, mientras que en contraposición los primeros son dirigidos por nuestra Inteligencia y Voluntad.
Todas nuestas Acciones Voluntarias rigen a lo que es conocido como Ritmo de Vida, el cual puede tener una mayor intensidad que suponga un mayor Gasto Energético, sobre todo cuando estas requieran realizar un fuerte Esfuerzo Físico que genera un desgaste, requiriendo para ello reponer energías mediante el descanso.
No solo este descanso debe darse mediante Horas de Sueño, sino que también requieren de acciones que son conocidas como Relajación, generalmente conocidas por su aplicación en la práctica de Deportes de Alto Rendimiento, donde los esfuerzos físicos que debe realizar un atleta son bastante elevados y por ello en su rutina diaria se recurre a sesiones de Relajación Muscular.
En contraposición a la Relajación encontramos entonces el concepto de Contracción Muscular, siendo este el momento en el cual el músculo tiene la capacidad de Tensionarse, Estirarse y Acortarse para poder desarrollar una fuerza que permite movilizarnos y realizar la actividad física que nos hemos propuesto.
De este modo, la Relajación es por el contrario el momento en que esta contracción ha terminado, teniendo un momento de finalización de los impulsos provenientes del Sistema Nervioso que iniciaron el movimiento muscular, considerándose también al mismo al momento en que el cuerpo se encuentra colocado sobre una superficie horizontal sin que estemos voluntariamente movilizándolos.
La realización de tareas de Estiramiento y Relajación ayuda notoriamente en el deporte en tanto a que es una de las acciones preventivas ante la aparición de Lesiones Deportivas o bien la posibilidad de tener una mayor recuperación ante la manifestación de una, teniendo distintas Técnicas de Relajación que inclusive pueden motivar a desarrollar una mayor concentración que deriva en un Mejor Rendimiento.
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